Releyendo antiguos sentimientos, me topé con un escrito bastante viejo. Fue un encuentro muy emotivo, pues estaba plasmado en un desgastado, maltratado y olvidado cuaderno en el cuál yo solía escribir todas las desnutridas ideas que salían de mi cabeza cuando tenía tan sólo trece años. Al leerlo regresé por segundos al triste momento en que fue escrito. Estuve ahí, sentado en los incómodos asientos de la secundaria, con un sin número de emociones jugando en mis venas y alborotando cada neurona que se pusiera en frente, un corazón roto y una ilusión de poder tenerla algún día. En verdad fue increíble poder no sólo recordar, sino revivir un extinto sentimiento. Fue así como decidí transcribir el texto a mi computadora y compartirlo en El Microbús tal cual nació hace cinco años.
Soledad.
Otro día más, no lo puedo soportar
No puedo continuar así, me destroza esta maldita soledad
Otra lagrima más, que derrama el corazón
Otra nota más, en el cuaderno donde renace el dolor
Otra noche más, sobreviviendo en el infierno, ahogado en soledad
Esperando tus llamadas, para ya no sufrirte más
Mis ojos se han cansado de llorar
Mis labios extrañan el besar
Mi pecho tus lagrimas de cristal
Mis manos sólo abrazan soledad
Otro sueño más, otra esperanza que se va
Es otra ilusión que se muere, porque ya no estas
Otro logro más, ahora feliz podrás estar
Pues aquí tienes tu estúpido juguete, que no se cansa de esperar
Que no quiere aceptar que nunca volverás
Que no logra entender que tienes alguien más
Y que tú nunca conocerás la soledad
Mi mirada extraña tu mirar
Mi piel me exige tu calor
Mi mente no se cansa de alucinar
Y tú me destruyes el corazón
Otra canción más inspirada en ti
Otro verso más que confirma que sigues en mí
Y yo aún no encuentro la manera de decirte:
No puedo vivir sin ti.
1 comentario:
o_O... órale, desde chico escribes bien pro!
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